Javier Baz se alojó en el hotel JW Marriott El Convento Cusco y nos contó su experiencia en el restaurante Qespi y como le sorprendió muy gratamente como el personal aplica de una forma muy profesional los nuevos protocolos y medidas de bioseguridad de Marriott y que establece la legislación peruana.
Hola estoy llegando al restaurante Qespi del JW Marriott El Convento Cusco a la hora de la cena. Al ingreso del restaurante, Eduado Cubas gerente de Alimentos y Bebidas me toma la temperatura y me invita a colocarte alcohol en gel antes de dirigirte al restaurante. Podemos visualizar un letrero donde se advierte el uso de la mascarilla en todas las áreas públicas del hotel tanto en idioma español como en inglés.
Cena
Comenta Eduardo, «las mesas han sido distribuidas para cumplir con las medidas de distanciamiento social. El aforo se ha reducido al 50%, de una u otra mesa tenemos una distancia de 2 metros. El protocolo local dice que máximo puede ser 8 personas por mesa si son familia, es decir, que comparten el mismo techo.»
El hotel está trabajando con el sistema de QR que te dirige a un menú digital y además en todas las mesas nos ofrecen un atomizador de alcohol para que los clientes puedan desinfectarse las manos en todo momento o cualquier equipo que esté en constante uso.
Enseguida el mesero José Miguel Almenara comienza a setear la mesa. Me explica que por un tema de protocolos no las tienen pre armadas, sino que se realiza una vez el huésped se sienta. Mientras tanto voy observando la carta.
La mesa es armada con un individual, un sobre de cartón para colocar la mascarilla y un par de servilletas desechables. José Miguel nos explica que en el restaurante Qespi todo está basado en la comida peruana, con la temática de Pachamama’s food. Pachamama es un nombre en quechua que se refiere a la madre tierra, puesto que de aquí sacantodos los productos que usan para sus deliciosos platos a la carta.
Me ofrece ricos pancitos artesanales. Pido de entrada una ensalada de langostinos, hechos en tempura con un mix de verduras y una salsa agridulce. Provenientes de la costa norte del Perú, se consigue los insumos frescos que llegan hasta la cocina del JW Marriott Cusco. Definitivamente un plato delicioso.
Acompañé la cena con el pisco sour que me había prepadado en la Master Class a la que asistí antes y tambien el cóctel «Habemus Papa» que en otro artículo mostraremos su elaboración. José nos cuenta que los cocteles tienen nombres como Sacrilegio, El Monje, Habemus Papa debido a que el hotel era anteriormente un convento y como parte de la experiencia, decidieron darle ese relación con el hotel.
Como plato fuerte me sirvieron unos linguini en salsa de hongos locales y champiñones traídos del valle de Cusco, decorado con tomates deshidratados flores comestibles. Finalmente un crocante manzana de postre con salsa de chocolate para terminar la experiencia culinaria impecable como siempre.
José Almenara aplica a la perfección los protocolos de sanidad cada vez que entrega un plato a la mesa, desinfectándose correctamente las manos y manteniendo la distancia social obligatoria. Además los cubiertos son cambiados cada vez que un plato nuevo viene y son entregados en sobres de papel cartón debidamente sellados. La aplicación de estos nuevos protocolos no hace que la experiencia sea peor, al contrario se esmeran por transmitir mucha calided.
Desayuno
En la mañana siguiente, me recibe Maria José Castañeda la anfitriona quien me lleva a la mesa no sin antes tomarme la temperatura y colocarnos alcohol en las manos. En esta ocasión me atiende Danitza Hallasi en la mesa, quien ofrece la tablet para chequear el menú del restaurante. Esto es una alternativa a la opción de QR en caso nos hayamos olvidado el celular o no tengamos descargado la aplicación.
Los pancitos artesanales se entregan debidamente cubiertos y el omelette es preparado con huevos del día acompañados con papas nativas de Cusco.
Excelente experiencia vivida en el restaurante Qespi del hotel JW Marriott El Convento Cusco. Todos los empleados están debidamente protegidos con mascarilla y su protector facial en todo momento.
Se puede apreciar que los empleados cumplen adecuadamente sus funciones respetando los protocolos sanitarios dictados por el Gobierno y por la marca de Marriott. Gratamente sorprendido por los altos estándares de servicio y atención que muestran todos los colaboradores del hotel.